domingo, 12 de enero de 2014

El uso de fertilizantes provoca un rápido deterioro de las praderas submarinas



El incremento de nutrientes inorgánicos modifica el funcionamiento de los ecosistemas marinos y afecta a los beneficios que aporta el mar al ser humano

Las praderas submarinas protegen la costa y complen una función básica en el secuestro del CO2 de la atmosfera.



  
Las praderas submarinas, además de albergar una gran diversidad de organismos, sirven de barrera de protección para la costa, ya que cumplen un papel fundamental en el secuestro del dióxido de carbono (CO2) atmosférico, en la producción de oxígeno y además ayudan a mantener el aire y agua limpios.

Un estudio de investigadores estadounidenses y españoles, han determinado que el uso de fertilizantes procedentes, principalmente, de la agricultura industrial podría provocar un rápido deterioro de las praderas submarinas. El trabajo recientemente publicado en la revista Ecological Applications, señala que el empleo de fertilizantes “afecta a la mayoría de los beneficios que obtenemos de las praderas submarinas”.

Los resultados del estudio, llevado a cabo en la costa de Alabama (estados Unidos), Muestran una “pérdida drástica” de las praderas debido a un incremento de peces y camarones (que usan estas plantas acuáticas como refugio). Además disminuyo la claridad en las aguas.

Impactos Dispares


Pradera Submarina, Costa de Alabama
Según la primera autoridad Andrea Antón, Investigadora de la Universidad de Carolina del Norte (EE.UU.), “no todos los efectos fueron negativos y, a pesar de la perdida de este ecosistema submarino, el incremento en el uso de fertilizantes podría no afectar la capacidad que tiene estos ecosistemas de absorber dióxido de carbono ni tampoco a su productividad”. El experimento “no afecto de forma consistente a la cantidad de alimento disponible para otras especies ni al intercambio de oxígeno y CO2 dentro de la cadena trófica”, aseguran. Según los resultados, el impacto de incremento de nutrientes inorgánicos sobre estos ecosistemas puede ser dispar, tanto negativo como neutro o positivo, y por tanto, las políticas de gestión medioambiental dependerán de los ecosistemas que se quieran preservar. “en el caso de las praderas submarinas, la perdida de hábitat y los impactos drásticos en especies de interés comercial es lo suficientemente alarmante como para exigir un control riguroso de la eutrofización de las costa”, concluyen los actores.

Fuente: extracto de nota prensa, del Consejo superior de investigación científica CSIC, España.