El último máximo glaciar ocurrido hace 21.000 años ha alterado la distribución de los escarabajos estercoleros europeos contemporáneos
Según la investigación del CSIC, los resultados ayudarían a entender a las consecuencias del calentamiento global.
Una
investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) revela
que las consecuencias sufridas en la Tierra durante la última gran glaciación
mantienen sus efectos sobre la distribución actual de los escarabajos
estercoleros de la familia de los escarabeidos (Scarabaeidae). La
presencia de estos coleópteros en Europa parece estar más influida por el clima
de aquella glaciación que por el actual.
Noruega, glaciar de Briksdal. |
Los
escarabeidos, además, son insectos de origen tropical que no pueden sobrevivir por
debajo de los 0° C de temperatura media anual, “por lo que cabe esperar que su presencia
disminuya gradualmente hacia el norte, según baja la temperatura”, comenta el
investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales, del CSIC, Joaquín Hortal.
Sin embargo, los análisis de la relación entre la magnitud del cambio climático
desde la última glaciación y la distribución de los escarabeidos reflejan que
estos insectos no se distribuyen homogéneamente según este gradiente, sino que
muestran dos patrones diferentes, uno al norte y otro al sur. Hortal afirma:
“La frontera que delimita ambas zonas es prácticamente similar a la que marcó
el límite de 0° C durante la época de la última glaciación”.
Aunque la
riqueza de especies de escarabeidos es efectivamente menor al norte que al sur,
hay otras dos características de su distribución que se explican bajo la
hipótesis de la influencia de la última gran glaciación.
La primera
se basa en las especies presentes a lo largo del territorio. Los datos demuestran
que todas las variedades de escarabeidos que habitan el norte del territorio
por encima de la frontera de los 0° C establecida en la glaciación, lo hacen también
en el sur, y no existe ninguna especie exclusiva del área más septentrional.
Según
Hortal, “se trata de un efecto de la dificultad de adaptarse a climas glaciares
que aún perdura, puesto que el norte no conserva especies propias adaptadas
únicamente al frío”.
Argentina, Glaciar Perito Moreno |
Influencia
conjunta
La
distribución actual de los escarabeidos en Europa demuestra, por tanto, que mantiene
cierta influencia de la última gran glaciación. Según Hortal, “no se trata de que
el clima actual no afecte a la biodiversidad, sino que hasta ahora el impacto
de cambios climáticos pasados estaba escondido bajo los efectos de las
condiciones actuales”. El motivo de que no se hayan detectado hasta ahora es
que ambos provocan efectos parecidos, es decir, menos presencia de escarabeidos
al norte de Europa. El investigador del CSIC opina: “Los patrones de
biodiversidad contemporáneos son, por tanto, una mezcla de los efectos
climáticos del pasado, de las condiciones actuales y de la historia evolutiva
de las especies”.
Los
resultados de esta investigación ponen de manifiesto que las consecuencias de
los grandes cambios climáticos se siguen manifestando muy a largo plazo. Según
Hortal, “este trabajo debe ser tenido en cuenta a la hora de analizar y prever
las consecuencias del actual calentamiento global que sufre la Tierra”. El
investigador concluye: “Si la temperatura sigue aumentando, vamos a dar lugar a
climas nunca vistos en este planeta y no sabemos qué especies, tanto animales
como vegetales, serán capaces de adaptarse a ellos; de hecho, es posible que
muchas de ellas no consigan habitar en esos nuevos climas”.
Fuente: extracto de nota prensa, del Consejo superior de investigación científica CSIC,
España